jueves, 16 de mayo de 2013

TODO TIENE SU FIN:


Llegó una primavera de al principio de los 70, sería la última primavera que yo fuese a la escuela en mi pueblo, el último Mayo que yo aprendería un verso para ofrecer a la virgen junto con el ramo de flores,el último Mayo de mi vida que recogería en el cestillo "los zapatitos de la virgen" de las escobas para tirarlos al paso de la procesión del corpus Crhisthi.

El último verano haciendo lo de siempre, y viendo a mi madre marcar un número en mis ropas y las de mi hermana, con la lista que desde los colegios adonde iríamos el siguiente curso habían enviado.

Ni se podía decir no quiero, ni no me gusta. Fué así.
Muy injusto, dejar el pueblo vacío de niños.
A veces cierro los ojos y me imagino las caras de las personas mayores que allí quedaron: mis padres y mis abuelos, seguro que estaban tristes, tanto como yo lo estuve a escondidas antes de irme adonde no quería.

No entendí nunca porqué tuve que irme a otro sitio con niñas que no conocía, que se reían de mis calcetines y de mi forma de hablar, de mi pelo y de mis pecas.

Al colegio que fuí era yo sola de mi pueblo. Muy difícil. Solo me ayudó el ver que mi cabeza podía entender igual que el resto los 7 libros de diferentes asignaturas incluido francés.. Mi enciclopedia pasó a mejor vida.

A la vuelta a Lebanza en vacaciones, todo fué diferente, la cocina me parecía muy pequeña, el perro no me conocía y yo desconocía el nombre de algunas vacas y ya no había ovejas.

Pero las tierras, senderos,praos,renacuajos, gusanos de luz, avellanas, arráspanos,amiérganos, moras y ayucos seguían alli esperándome.

!ADIÓS PINDELREY!