Alguien me hizo hoy recordar la importancia de los olores y sabores.
Hoy hablaré de mis sabores,ni qué decir tiene los que encontraba saliendo de casa:los "panezucos" que no he vuelto a ver ni saborear,lo que luego me he enterao que se llaman berros y no recuerdo como se llamaban, los ajuérjanos que tampoco he vuelto a probar :raíces que cuando íbamos a escobas para leña,mi padre sacaba con su navaja con gran pericia de la tierra.Todo éso estaba en las tierras y en los praos, pero lo de casa era diferente:!ERA!,los desayunos no les recuerdo,los almuerzos sí,cuando iba a la escuela, a la hora del recreo había que volver a casa a comer algo:un huevo pasado por agua,un poco de jamón,un poco de chorizo....la comida?. pues legumbres,berza con patatas,arroz con pollo los domingos,siempre segundo plato,eso sí: tortilla,lomo de la olla,costillas....¿merendar?: siempre jamón y chorizo,me daba envidia de las que merendaban NOCILLA, y se lo cambiaba.Siempre se cenaba,aún no estaba cambiada la hora y se hacía a una hora prudencial,:patatas,siempre patatas,con algo a ser posible.....recuerdo cuando alguna vez mientras estaban cociendo y mis padres estaban atendiendo los animales nos zampábamos el bacalao que cocía con ellas,por eso nunca nos riñeron.Aprendí que al "criao" que teníamos era al primero que se servía en la mesa,lo siento madre,pero eso lo aprendí de mi padre,y también que le decía:Antonio,lávate la cara y las manos....
Otro día os cuento lo de echar "las diez","las migas" y "los güétagos" y preparar la "fardela" pa ir a la cabaña.Ah! y los frisuelos,más de andar por casa que las recetas que por ahí circulan.
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